Durante los últimos 20 años se ha ido consolidando una nociva tendencia en materia de movilidad urbana en Cali, la cual nos permite pronosticar que, si no nos tomamos en serio la movilidad sostenible, terminaremos colapsados por interminables filas de autos y caóticos enjambres de motos, con un transporte público desvencijado, a merced del transporte ilegal, sumergidos en una nube de esmog y con miles de muertos y heridos en incidentes de tránsito. No es necesario consultar al oráculo.
El Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU) Visión 2030, adoptado mediante Decreto 0332 de 2019, es en la práctica el primer instrumento maestro de planificación integral de la movilidad con enfoque de sostenibilidad en toda la historia de Cali. Si bien en Colombia nace como exigencia de la Ley 1083 de 2006, desde una perspectiva internacional sus propuestas están en consonancia con la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” del PNUD y los lineamientos de la OCDE. Para Cali significa el inicio de la búsqueda de un equilibrio razonable entre los que se movilizan en modos no motorizados (peatones y ciclistas), en transporte público y en transporte privado, de manera tal que se reduzcan las externalidades o efectos negativos.
El PIMU está disponible en el portal web del Departamento Administrativo de Planeación de Cali desde que inició su debate público en 2017, sus directrices, estrategias, programas y proyectos deberían ser de consulta obligada por parte de todos los que quieren participar en el debate de ciudad.
En cuanto a movilidad no-motorizada, propone mejorar 360 Km de andenes e implementar una red de 438 Km de ciclo-infraestructura.
En transporte público propone, entre otras, la Troncal Oriental del MIO que tanto se necesita; el Tren de Cercanías y Tranvía Urbano (TrenTram) al interior de Cali y entre este y Jamundí, Yumbo y Palmira (con ramal Aeropuerto / Zona Franca); Sistemas de Transporte Complementario STC en la zona de ladera con participación del tradicional Transporte Público Colectivo TPC, tanto los que operan hoy con buses y busetas como con camperos; y un Sistema de Transporte Mixto al que podrían vincularse algunos de los camperos existentes en el oriente, a través de una empresa legalmente constituida para tal fin.
En transporte privado hace una apuesta de 3,9 billones de pesos para contrarrestar el déficit en infraestructura vial, con proyectos como el Anillo Vial Perimetral, una completa red vial para la zona sur y diversas intersecciones a desnivel en los accesos a la ciudad. Y, sí, también propone fortalecer la restricción de circulación por “pico y placa” para autos y motos, de lo contrario toda esta inversión en vías será inútil, pues una mejora de las condiciones de tráfico solo se verá si se reduce el número de vehículos circulando.
Cabe recalcar que el PIMU tuvo amplia discusión, esta tomó cerca de dos años e incluyó 24 sesiones de debate en el Concejo Municipal, además de las múltiples sesiones con ciudadanos en general, la academia y diversos gremios y asociaciones. Todo se discutió en público, por eso es impreciso afirmar que hay “sorpresas” en su contenido.
Si bien el PIMU puede resultar impopular para algunos en temporada electoral, es profundamente responsable con el futuro de Cali. Esperamos que los actuales candidatos a la Alcaldía y al Concejo Municipal estén a la altura de los grandes retos de esta ciudad. La movilidad sostenible es uno de ellos.
Carlos Alberto González GuzmánAgosto 21, 2019
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Publicado: Portal La Silla Vacía
Colombia. Agosto 21 de 2019
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