En el realismo mágico de algunos caleños el problema de movilidad se resuelve creando más vías para autos y motos, eliminando cualquier tipo de control y sanción al conductor infractor y legalizando el transporte pirata; todo ello, según dicen, “simplemente escuchando la voluntad del pueblo y sin perjudicar a nadie”. Sí, cómo no.
Algunos plantean que el verdadero problema es tanto obstáculo en la vía y tanta norma inútil, lo cual se resuelve “llenando la ciudad de puentes peatonales para que la gente no estorbe en la vía, y quitando el pico y placa y las foto-multas que constriñen nuestros derechos a la libre locomoción”.
Otros dicen que necesitamos agilizar el tráfico de autos y motos, que se lograría “aumentando las velocidades a 120 Km/h, construyendo autopistas elevadas, e implementando más carriles para motos”.
Por último, hay quienes sostienen que el transporte público tradicional ya cumplía con todas sus expectativas y que lo que se requiere es “terminar de una vez por todas con el Sistema MIO para que vuelvan las busetas tradicionales, extender las rutas de las gualas para que lleguen a todas partes, y dejar trabajar tranquilos a los piratas y moto-ratones”.
Incluso, no ha faltado el ‘brillante’ estudiante de derecho planteando que tal propuesta se podría refrendar a través de una consulta popular, en la cual ganaría el sí. Así, de un plumazo y en tono democrático, estaríamos mandando a esta ciudad a la anarquía y al caos, es decir, al carajo.
Ya es hora de que todos, Alcaldía, Concejo y ciudadanía en general, asumamos con responsabilidad las acciones necesarias y estructurales para afrontar los efectos negativos de la movilidad. Durante 2016, según estadísticas oficiales con corte a noviembre, han muerto 294 personas en accidentes de tránsito, el costo que asume la ciudad por demoras de congestión de tráfico supera los $300.000 millones y el medio ambiente urbano ha recibido más de 42.000 toneladas de CO2 por emisiones del tráfico automotor. Las cifras hablan por sí solas y el contador sigue en marcha.
Por fortuna, Planeación Municipal por fin ha anunciado que ya ha finalizado la formulación del Plan Integral de Movilidad Urbana PIMU Visión 2028, un plan maestro de movilidad con perspectiva integral, el cual goza de un alto consenso entre las dependencias del Municipio, siendo esto un logro teniendo en cuenta su enfoque en movilidad sostenible, como así lo requiere la ley 1083 de 2006 donde peatones, ciclistas y transporte público optimizado tienen prioridad sobre autos y motos.
Ahora veremos, cuando se reabra el proceso de participación ciudadana en el marco de la movilidad sostenible, cómo se confrontan, por una parte, el realismo mágico de algunos, en su mayoría conductores, para los cuales los problemas de tráfico se resuelven mágicamente y sin perjudicar a nadie y, por otra parte, la realidad de la política pública en la cual en materia de movilidad hay que tomar decisiones para mejorar la situación de todos en general aunque algunas de ellas, en principio, no complazcan el interés de cada uno.
Carlos Alberto González GuzmánDiciembre 30, 2016
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Publicado: Diario El País
Edición Impresa, B2. Cali, Colombia. Diciembre 30 de 2016
Artículo de Opinión
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