No hay duda, el problema del sistema de transporte masivo MIO de Cali es tanto de capacidad técnica del ente gestor MetroCali como de estructuración financiera del proyecto. Si bien se ha ido dando un fortalecimiento técnico en la reciente administración municipal, este sigue siendo limitado. Pero, hablemos claro, la piedra angular del problema es una adecuada financiación de la operación que garantice la capacidad real para ofrecer un servicio de calidad, sin esto no hay elucubración técnica que valga.
Por una parte, los gobiernos municipal y nacional deben plantearse una estrategia de largo plazo para la sostenibilidad financiera de la operación del sistema. La ilusa idea de que dichos costos de operación se pueden cubrir solo con el recaudo por venta de tiquetes hace décadas que fue desmentida a nivel internacional, verdad con la cual Ministerio de Transporte, Departamento Nacional de Planeación y Ministerio de Hacienda deberían ponerse a tono.
Por otra parte, ¿hasta cuándo MetroCali y los 4 operadores van a insistir en la solución mágica del “punto de equilibrio” en el que no hay déficit? Está claro que este no existe si se incorporan criterios de calidad. Pregúntenle a Transmilenio de Bogotá, que hoy mueve el 120% de la demanda estimada, si lo vio llegar. Con 911 buses no se logra transportar a todo Cali en condiciones de calidad, esto implicará incrementar flota y con ello los costos, con lo cual siempre habrá un déficit. Pero esto no es una novedad, bien se sabe que la única manera de garantizar un transporte público integrado y de calidad es cubriendo el déficit financiero de su operación con aportes del gobierno nacional y local, aportes sujetos a un estricto cumplimiento de indicadores de calidad.
El Municipio requiere de fuentes alternativas de financiación de la operación del transporte masivo, hoy para el sistema MIO pero mañana también para el tranvía metropolitano, para poder asumir su parte en un eventual acuerdo con el Gobierno Nacional.
El cobro del estacionamiento en vía pública (zonas azules) y fuera de vía pública (edificios y sótanos de parqueaderos públicos) es uno de dichos instrumentos alternativos de financiación. Fundamental que sea el Municipio el que asuma dicha labor, eso no tiene ninguna ciencia, se trata de un simple caso de apropiación de tecnología, no del desarrollo de una en particular. Además, la red vial es un activo público del Municipio que puede ser bien explotado por él mismo.
Si el Municipio gestionara directamente el estacionamiento de las zonas más atractivas de la ciudad ¿de cuánto sería el recaudo anual? ¿con este qué porcentaje se podría cubrir del actual déficit del MIO y del futuro tranvía por el Corredor Verde? Está claro que podría tratarse de un interesante tipo de subsidio cruzado del transporte privado al transporte masivo.
Los potenciales instrumentos de financiación que contribuirían a hacer realidad un sistema MIO y un tranvía metropolitano operando en condiciones de calidad deben ser el mayor tesoro de la Administración Municipal, en lugar de ser entregados en bandeja de plata al inversor privado. Digamos sí al emprendimiento institucional.
Carlos Alberto González GuzmánOctubre 21, 2014
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Publicado: Diario El País
Edición Impresa, Página A3. Cali, Colombia. Octubre 21 de 2014
Artículo de Opinión
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